sábado, 3 de septiembre de 2011

CAE UNA MANZANA

Pocos meses después de la muerte de Galileo Galilei en Italia, nació  Isaac Newton en Inglaterra, el 25 de diciembre de 1642.
Cuando era chico no tenía muchos amigos, casi ninguno. Cuentan que era un típico pedante, antipático y solitario, y que lo que a él le parecía divertido, a sus compañeros les resultaba incomprensible. Claro que seguramente esos chicos no sabían que la vida, a Isaac- el- insufrible, lo único que le había dado era su poderosa inteligencia.
Nació prematuro, pesó un poco más de 1 kilo, en una granja que estaba en medio de un campo de batalla, en esos años una guerra civil extremadamente cruel quebra Pocos meses antes, su papá había muerto de neumonía. Siendo un bebé tan frágil, nadie en su familia pensaba que sobreviviría. Su abuela se hizo cargo de él y salió adelante. A los 3 años su mamá volvió a casarse y lo dejó definitivamente en lo de sus abuelos, por eso comenzó a estudiar en una escuela rural.
A los 12 años se fue a vivir a Grantham, una ciudad que quedaba a 10 Km de su pueblo. Allí lo hospedó un tío materno. En la nueva escuela todos lo encontraban extraño, su mente era demasiado rápida y nadie seguía sus pensamientos. Mientras los demás se dedicaban a jugar, Newton inventaba molinos  de viento de madera propulsados por ratas, carritos a pedal, linternas de papel, incluso como le gustaban tanto los relojes de sol, aprendió solo a utilizarlos.
Si así era de chico, ¡ de grande fue peor ¡
En 1658 su madre enviudó otra vez y mandó a llamar a su hijo mayor para que se hiciera cargo de la granja familiar. Isaac ya tenía 17 años, pero para las tareas del campo era un perfecto inútil. Cuando se suponía que tenía que estar vigilando a las ovejas, se distraía construyendo molinos de agua, las ovejas invadían los campos de maíz del vecino y se armaban unos líos tremendos.
Al final la mamá entendió que su hijo no tenía habilidades de granjero y lo mandó a estudiar a la Universidad de Cambridge. Isaac pagó sus estudios realizando pequeños trabajos para los estudiantes ricos. Pero continuaba siendo pedante y así fue un joven solitario que no tomaba café ni cerveza ni tenía amigos, mucho menos una novia. ¿ Cómo llenaba su soledad? Estudiando……
Lo que más le interesaba, como a Galileo Galilei, era la Física, pero también se dedicó a la Química, a la Matemática, a la Biología y a la Alquimia.
Y aquí nos encontramos con la manzana de esta historia: mientras estaba en Cambridge, una epidemia de peste bubónica asoló el país. Esta enfermedad está causada por una bacteria llamada Yersinia y es transmitida por las ratas. Las ciudades estaban llenas de ellas, por lo cual se decidió cerrar las universidades. Newton volvió a la granja y se dedicó, durante todo el año, a estudiar por su cuenta. No es posible probarlo, pero dicen que, mientras miraba cómo se caía una manzana de un árbol, terminó de darse cuenta de la teoría de la gravitación.
Newton pensaba que el Universo era estático, igual que Aristóteles. Y entonces, ¿ cuál es su genialidad?. Empecemos por las tres leyes del movimiento que él postuló:
1-      Si nadie mueve un cuerpo, este tiende a quedarse quieto o a seguir moviéndose en línea recta a la velocidad que tenía antes. A esta ley se la conoce como Principio de la Inercia.
2-      Si se empuja un cuerpo se cambia su estado de movimiento inicial, el objeto se moverá en línea recta con una velocidad proporcional a la fuerza del empujón, en la dirección que la fuerza le haya dado.
3-      Dados dos cuerpos, a cada acción aplicada sobre uno se le opone una reacción del otro,  igual pero en sentido contrario.
Pero…… ¿ qué tiene que ver esto con los planetas? Hacia allí vamos……….
La Teoría de la Gravitación Universal de Newton dice que “ los cuerpos se atraen y que lo hacen  con una fuerza directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa”
Entonces, una manzana comparada con el tamaño del planeta Tierra, es muy pequeña. La atracción que hay entre la manzana y el planeta hace que la manzana se pegue a él y no quede suspendida en el aire cuando se suelta de su rama. La manzana cae siempre hacia abajo, nunca hacia adelante o hacia atrás, salvo que el viento la empuje.
A los 51 años, luego de sufrir una crisis nerviosa, Isaac Newton dejó sus investigaciones y se fue a trabajar bajo las órdenes de la reina de Inglaterra a la Casa de la Moneda.
Sí, después de 30 años dedicados a la ciencia, decidió ser funcionario. Hay que decir que fue convocado porque el país pasaba por un caos monetario y la reina sabía que la capacidad y la honestidad de Newton eran intachables.
Nunca se casó ni tuvo hijos, y siguió siendo un hombre solitario y sin amigos hasta el día de su muerte, el 20 de marzo de 1727. Todo cariño estuvo focalizado en una sobrina llamada Catherine, que lo acompañó en sus últimos años y se transformó en su principal colaboradora.


No hay comentarios: